«Rescatamos 48 gallinas del sufrimiento, llorando y esperando la muerte. Las salvamos de un lugar hecho para que el vendedor obtenga beneficios mientras son protegidos por los políticos y los consumidores que pagan por ello. No hemos tenido que preguntar a ninguno de ellos, por qué deberíamos hacerlo?
Saltamos la valla, abrimos la puerte y sacamos a las gallinas de ese lugar.
Ahora ellas están en nuevos hogares con personas que hacen del mundo un mejor sitio para ellas. Ahora pueden desplegar sus alas y correr libres. Pueden disfrutar del sol en vez de tener luz artificial, aire fresco en vez de ventiladores, las más débiles se pueden esconder de las más fuertes.
No es normal que los no humanos sean mantenidos en tales condiciones y para dichos propósitos, es normal que no les dejemos ahí.
En recuerdo de Lola Veg:
El 4 de agosto de 2018, Lola decidió acabar con su vida. Creo que debería ser recordada por la cantidad de rescates que hicimos juntxs años atrás. (MK)»
traducido de Michal Kolesár