No van a morir en jaulas o en el matadero. Las llevamos a sus nuevas casas, a bellas personas que las cuidarán y nunca las harán daño. A todas esas personas que las permiten correr en el cesped, remover la tierra, darse un baño de polvo, calentarse bajo el sol, agitar la nieve con sus alas.
traducido de michalkolesar.net