Recibido anónimamente:
El pasado sábado 12 de noviembre, como cada año cuando llega este mes, en Medinaceli (Soria, España) se «celebró» el Toro de Júbilo, una tortura basada en colocar unas antorchas prendidas sobre los cuernos de un inocente de toro. Esta práctica genera al animal una gran cantidad de estrés y pánico por el fuego que le quema, hasta el punto de en varias ocasiones, morir al haberse partido el cuello al tratar de apagar el fuego contra el suelo.
La ganadería de Manuel Relancio (MR) lleva más de 25 años aportando el toro que va a ser humillado y torturado, y este año no iba a ser menos.
Por ese motivo, y viendo que cada año esquiva las quejas que se realizan en la misma plaza de Medinaceli contra el Toro de Júbilo por parte de lxs activistas de los derechos de los animales, unas personas se desplazaron días antes hasta Gallur, la localidad zaragozana donde se encuentra la finca con todos sus animales esclavos y le dejaron unos mensajes a modo de advertencia y de toma de conciencia hacia el respeto de los animales no-humanos que no pudo esquivar.