Recibido anónimamente:

Como ya es de concocimiento público, entramos al centro de tortura animal (bioterio) ubicado en el departamento de ecología de la Universidad de Chile en el campus Juan Gómez Milla, con la clara intención de solidarizar con lxs roedores encerradxs, abrir sus jaulas y rescatarlxs del sufrimiento, esclavitud y explotación a la fueron sometidxs por profesorxs y estudiantes.

Con respecto a esto declaramos que:

1. LOGRAMOS RESCATAR A 82 RATONES. Lejos de las batas blancas, jeringas, jaulas, hacinamiento y condiciones ambientales artificiales, han gozado de buena salud y han sido preparadxs para su libertad. Han conocido el aire fresco, el olor de la tierra, la belleza de la noche. Sus miradas brillantes, su alegría de salir de la jaula, sus ganas de vivir y conocer aquello de lo que el cautiverio les privó, es una bofetada en la cara del especismo y el progreso científico, una profunda reafirmación de nuestra pelea por la libertad.

2. EN EL BIOTERIO HABÍA MÁS ROEDORES Y FUERON LIBERADXS DE SUS JAULAS. Lamentamos profundamente no haber podido llevarlxs a todxs. Cometimos el error de calcular sin llegar a imaginarnos el nivel de hacinamiento en el que vivían. No estábamos preparadxs para el escenario que encontramos; esto lo asumimos como una autocrítica y un aprendizaje que sólo la experiencia pudo darnos. Esperamos que este aprendizaje pueda ser recogido por quienes se hermanan con la libertad y no están dispuestxs a esperar la buena voluntad de lxs carcelerxs.

EN LA HABITACIÓN TAMBIÉN HABÍA CIENTOS DE INSECTOS EN CAJAS: GUSANXS, ESCARABAJXS Y OTRXS. Desconocemos si experimentaron con ellxs o los usaron de alimento. También fueron liberadxs.

El mismo especismo que jerarquiza y pone a lxs humanxs por sobre todo, que no se imagina experimentar hoy con perrxs o gatxs, pero sí con roedores; ese especismo ha ignorado por completo a lxs insectos que allí habían. No lxs mencionan lxs cientificxs ni la prensa, pero para nosotrxs, su encierro es tan repudiable como cualquier otro.

Fue una decisión dolorosa dejar ahí a algunxs roedores e insectos, sin embargo no dudamos ni un segundo en abrir sus jaulas y dejar abundante comida a disposición. Haberles dejado encerradxs y a merced de lxs científicxs… eso si que no nos dejaría dormir tranquilxs. Para la próxima estaremos mejor preparadxs.

No nos asombra que la prensa se ponga del lado de la explotación y reproduzca la versión de lxs torturadorxs. No nos asombran sus mentiras al respecto del destino de todxs lxs animales para deslegitimizar esta acción. ¿Vamos a creer en sus palabras? ¿Vamos a olvidar el problema de fondo, es decir, el encarcelamiento y la tortura?

3. El laboratorio en cuestión es una pequeña habitación, en donde lxs roedores vivían encerradxs de hasta a 13 en una jaula. Cada jaula apilada tenía códigos de identificación y nombres de humanxs “dueñxs” de lxs animales que las habitaban. ENCONTRAMOS 3 ESPECIES DE ROEDORES: RATAS DE LABORATORIO (nada que ver con la foto del diario, pues son negras), RATÓN DE CAMPO (europeo)y DEGÚ. Especialmente trsite nos resultó encontrar que algunxs habían sido rapadxs y con evidentes signos de manipulación. Había calefactores que mantenían temperaturas artificiales.

4. SABEMOS QUE LXS ROEDORES HAN LLEVADO UNA VIDA DE ASQUEROSO CAUTIVERIO, Y POR ESO NOS PROCURAMOS PREPARAR PAULATINAMENTE LAS CONDICIONES PARA SU LIBERACIÓN FINAL. Pudios observar un gran cambio desde el trauma del encierro hasta la alegría de la libertad:

– Las ratas de laboratorio desarrollaron conductas inmediatas que no esperábamos. Crearon madrigueras en porciones de tierra, han correteado con agilidad por ramas y hojas, y se han mostrado activas.

– Lxs ratones de campo se mostraron inquietxs, voraces frente a los alimentos como frutos y verduras, y desecharon rápido el alimento artificial (pellet). Son osadxs, curiosxs, pero también hábiles en arrancar y encontrar escondite.

– Lxs degú fueron reticentes a nuestro contacto. Esta especie endémica se esconde en ramas y rincones, se apiñan y comienzan a salir cuando nos alejamos. Se han alimentado de brotes, frutos y semillas.

5. Desde hace bastante tiempo las corrientes antiautoritarias hemos venido señalando que LAS DIVERSAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN Y DOMINACIÓN DESCANSAN EN LA JERARQUIZACIÓN DE LXS INDIVIDUXS, JUSTIFICADA Y AVALADA POR LA AUTORIDAD CON DISCURSOS QUE EXCLUYEN A UNXS Y PRIVILEGIAN A OTRXS. El especismo pone el valor de la vida, cuerpos y actividad de lxs animales no humanxs por sobre la del resto, instalando la idea de que la vida cuerpos y actividad de lxs animales pueden ser apropiadas y utilizadas en beneficio de la humanidad, sin tener mayores contemplaciones sobre su individualidad, libertad y deseos propios. La lógica especista nos dice que el resto de las especies existe para servir a la humanidad, avalando así la esclavitud, el poder y la autoridad.

En estos días hemos visto a lxs científicxs defender la experimentación, hablando de los beneficios para lxs animales ante el calentamiento global, y afirmando una y otra vez que el bioterio cumple con los protocolos establecidos. Ante ello afirmamos que NO HAY ENCIERRO VÁLIDO NI EXPERIMENTO QUE JUSTIFIQUE LA TORTURA. Que experimenten sobre sí mismxs si quieren, que se encierren y se sometan a lo que sometieron a roedores e insectos.

Todxs quienes repudian el ser dominadxs, también deberían repudiar el dominar a otrxs. Por esto nuestra posición es firme, rechazamos y nos oponemos a toda forma de explotación y autoridad, tanto si nos oprime a nosotrxs como si oprime a otrxs. ¿Cómo vamos a creer en quienes la muerte de algunxs roedores, cuando fueron estas mismas personas quienes las encerraron y sometieron a experimentos? Nos duele el destino de aquellxs que quedaron ahí, pero sabemos bien que la principal responsabilidad es de quienes les sometieron a una vida de encierro y le alejaron de su hábitat.

Mucha basura han vomitado lxs científicxs afectadxs, declarando su preocupación por lxs roedores, por su bienestar y por su supuesta incapacidad para desenvolverse en cualquier otro espacio que no sean sus laboratorios. Ahora les interesan sus muertes, cuando han señalado que generaciones de roedores han muerto en sus manos, bajo métodos científicos y la idea del progreso, para ellxs en verdad todo se reduce a pérdidas económicas. ¿Se sienten violentadxs? o ¿frustradxs en sus aspiraciones por las consecuencias de nuestra acción? Ahora imagínense toda una vida, su única vida, en una jaula.

A ustedes que se creen y lxs que tratan como Diosxs del conocimiento sobre otras especies, les contamos que nuestrxs hermanxs hoy derriban sus verdades y nos enseñan que es posible aprender a vivir en libertad. Nos alegramos infinitamente de que sus investigaciones se hayan ido a la mierda, que sus exitosas carreras se vean frustradas, que lloriqueen por twitter…

Hace diez años luego de una intensa campaña se logró cerrar el Bioterio de la Universidad Católica. Hoy por medio de esta acción directa y sin descartar ninguna forma de sabotaje, hacemos un llamado a multiplicar los actos en contra de la explotación animal y a quienes la promueven. NO PODEMOS ESPERAR A QUE LAS JAULAS SE ABRAN SOLAS, hagamos de las palabras e intenciones, acciones de liberación.

Fueron muchas las críticas que se hicieron a la acción, en base a información entregada por la universidad (que desde el primer momento hasta ahora ha cambiado bastante su versión sobre los hechos) y diversos medios. Muchas de estas las recogemos, mientras que otras nos parecen nefastas, dignas de un lloriqueo que estaba más dirigida a deslegitimizar la acción como directa como método, que centrada en el sensacionalismo con que fue entregada la noticia… Llegar a este punto no es fácil, ha sido todo un camino de aprendizajes, no es fruto del azar, ni menos un arrebato. Por ende animamos a quienes critican con soltura a tener la misma iniciativa para llevar a cabo proyectos/instancias de lucha contra el especismo y quienes lo sostienen.

HACEMOS UN LLAMADO A EVITAR LA COMPRA DE NUEVXS ROEDORES, y a los científicxs a cargo: sabemos quienes son y qué hacen, cuiden sus pasos.

Dedicamos esta acción a todxs lxs animales encerradxs ya sea en laboratorios, zoológicos, jaulas o cárceles.

Liberación animal, humana y de la Tierra.

FLA/FLT