Informe anónimo:
A mediados de este mes hemos realizado un sabotaje abriendo una salida en las vallas que tenían prisioneras a un grupo de 20 ciervas. Estas compañeras estaban cautivas en una Granja de Guipúzcoa e iban a ser destinadas al matadero o a la violación sistemática que ejerce la industria cárnica hacia todas las hembras en edad fértil.
Con esta acción pretendemos atacar a la empresa Hermanos Zandio que actualmente tiene 3 granjas autodenominadas como ganadería ecológica. Para nosotras, unas vallas y un espacio de semilibertad, es una cárcel más si tiene un fin productivo y económico. El sujeto ecológico no deja de ser una forma de subestimar la explotación, maltrato, violación y muerte que se ejerce hacia las animales.
Basta de hipocresía y falacias, queremos acabar con sus negocios, sus rejas, y queremos escuchar los bramidos de nuestras compañeras en el monte, en libertad.
Libertad también para todas las anarquistas que luchan cada día desde las cárceles del Estado.
ALF Grupo Zarzamora
Octubre del 2016

Recibido anonimamente:
En pocos lugares la dominacion se hace tan visible como en el uso de caballos para equitacion, montar o el fin que sea, toman un animal nacido para ser libre, lo somenten al control humano para ser humillad@, manejad@ y despojad@ de su independencia, pierde toda su vida, sus intereses, ahora un@ human@ es su dueñ@.
el club hipico y de pato de buenos aires es un claro ejemplo de esto, utilizan caballos para sus juegos despresiables, por eso decidimos molestarl@s un poco, entonces una noche decidimos ir a visitar ese lugar, un poquito de fuego para calentar el ambiente y quemar dos trailers con el que llevan estos caballos un martillo para clavar nuestra ira en ese lugar y de paso romper la mayor cantidad de vidrios posibles.
Esta vez le quemamos los trailers y les rompimos muchos costosos vidrios, la proxima vez ¿que sera? esperamos que esta visita les haya sido costosa, y que sepan que puede serlo aun mucho mas.
Con esta accion recordamos a esos caballos que con ira y tristeza vimos en ese encierro, cargandonos de energia para seguir destruyendo.