Durante varias noches sacamos un total de 239 gallinas de jaulas y aviarios. ¿Qué puedo decir cuando todo sigue igual e igual? ¿Cuándo el polvo, el hedor, los pasillos llenos de plumas, los gritos de vidas solitarias robadas no se pierden en ningún lado?
¿Que a veces duele mucho y a veces incluso más aún? ¿Que es una especie de tristeza instintiva? ¿Que uno de los pocos momentos cuando se está mejor adentro es el momento en que dejamos el recinto llevándonos a un par de gallinas con nosotrxs? Este es el momento de sonreír Ya que al menos alguien, al menos a algunas vidas, les quitamos de esa miseria industrial y de crueles manos humanas. Siento pena por quienes se quedan allí dentro, y cada vez más de mí se queda allí con ellxs.
Agradecemos a todas las personas que brindan hogares seguros, a todas aquellas que nos ayudan a encontrarlos y a todas las que nos apoyan, por ejemplo, con una buena palabra o enviando un mensaje sobre los animales no humanos rescatados. Esta historia también es tuya.
traducido de Michal Kolesár